martes, 19 de julio de 2011

Goya (1746- 1828). La moda


Igual que hoy existe reinas de la moda como Megan Fox, la guapa china que conocimos en la saga Transformers, o Alexandra Ambrosio, la top brasileña, en el tiempo de Goya dos top models brillaron en Europa: María Antonieta y Josefina. Las dos lucieron en los salones parisinos y desde entonces Francia en el centro de la moda.


María Antonieta, hija del Emperador Francisco I y María Teresa de Austria, se caso a los 14 años con el delfín Luís de Francia, futuro Luís XVI.




Una de las damas más bellas de la Europa de su tiempo, puso de moda el traje denominado “roble á la francaise”, modelo representativo de la moda francesa del rococó ; un estilo elegante y refinado, de seda de colores pastel con estampado de flores. En España se le llamó “la bata”.

La bata, es un traje abierto por delante, cerrado en la cintura de manera que dejaba más arriba un espacio en forma de “V” que se llenaba con una pieza de tela denominada peto; a veces, el peto se sustituía por una fila de lazos de tamaño decreciente. La parte de abajo se abría y dejaba ver la falda interior. El cuerpo estaba armado con ballenas y tenia mangas hasta el codo. Era un traje caro y en España tan solo las damas de la corte y la nobleza se lo podían permitir.

Pero se copiaba, y en España a los jóvenes que imitaban la moda Francesa se les dio el apelativo de “petimetre”.




Como gran top revolucionaria de la moda francesa, destacar a la criolla Josefina, esposa de Napoleón.





Josefina deslumbro en los salones parisinos ya entonces epicentro de la moda. Ella era la emperatriz de Francia y su moda, “la moda Imperio” basada en un vestido transparente, ingenuo, confeccionado en muselina blanca, con un corte bajo el pecho para realzarlo y un amplio escote, era seguido por las damas europeas.
De estilo neoclásico liberaba el cuerpo de trabas, suprimiendo ballenas y armaduras para faldas; bajo la ropa se adivinaba el cuerpo tal cual era.





Vestido que os recordara la moda griega y romana en la que se inspiro, y si miráis vuestro ropero, veréis que no ha dejado de estar de moda, la moda imperio se mantiene en trajes de novia, camisones, vestidos...

Pero Goya también pinto el traje de la mujer del pueblo que usaba jubón, y falda generalmente negra, adornado con volantes y madroños. Era un vestido poco pudoroso pues dejaba ver los tobillos y las medias





Otra revolución de la época fueron los zapatos que dejaron de ser cerrados, abrochados con hebillas y de tacón, y pasaron a ser escotados de seda bordados, muchos de ellos sin talón.
Los tacones con los años perdieron altura hasta llegar en el neoclasicismo a los zapatos bajos, a imitación de la moda griega y romana .Se usaron sandalias, a menudo, con cintas cruzadas que subían por la pierna





El abanico, como recuerda Blanco White, es un complemento indispensable que toda mujer tenía en su dote.

Prenda importante pues con él, se podían comunicar a través de gestos y expresiones




En los caballeros triunfo la moda española de la capa.



Pero Francia no solo fue centro de la moda en el vestir, también guío la mora del mueble y lo que denominamos decoración de interiores, pero no nos equivoquemos solo se seguía ésta moda en la corte. Los muebles que utilizo Goya y el resto de la de la población, eran muebles sencillos que en la actualidad podemos encontrar y que denominamos castellanos

La moda francesa en decoración y mobiliario la introduce en la corte española el rey Carlos III, que al llegar a Madrid en 1759 se encontró con un palacio real a medio construir y a medio decorar, lo que le permitió romper con la moda austera de los Austria e inclinarse por el estilo Versalles , barroco y rococó.

Como resultado se introdujo, el sofá, la cómoda, el cabinet, que sirven para guardar las colecciones privadas de objetos, el bureau para escribir. Y muebles femeninos como el boheur du jour una escribanía en la que las damas guardan sus pequeños secretos o los toilets, mueblecitos con espejo para ordenar los cosméticos y poder arreglarse




Quizás lo más llamativo y más representativo del periodo, es la famosa Chaise Longue

Todos ellos con formas abombadas, y madera tallada con hojas de acanto, volutas, etc., lo que se denominamos estilo Luís XV





Pero, a rey muerto, rey puesto, y cuando sube al trono Carlos IV, como manda la tradición, los muebles y enseres de palacio se cambian por muebles nuevos, esta vez el rey se inclina por el estilo Luís XVI, neoclásicos, de formas simples, maderas lisas solo adornadas con bronces o con placas de porcelana de inspiración clásica.




En el cambio de estilo del rococó al neoclásico tuvo una gran influencia el descubrimiento arqueológico de las ciudades de Pompeya y Herculano.
Este acontecimiento impacto al mundo de las artes y las ciencias, cambiaron las tendencias estéticas. Muchos artistas viajaron a Roma en busca de los modelos en que inspirarse y todo ello repercutió no solo en las artes sino también en la fabricación de muebles.

En decoración y mobiliario el gusto por lo griego y lo romano se refleja en adornos de grecas, alegorías y escenas mitológicas; las patas redondas o cuadradas sustituyen a las estilizadas curvas del rococó.






El estilo neoclásico, tuvo dos etapas, la primera que corresponde al estilo gracioso y ligero Luís XVI y la última corresponde al pomposo y solemne estilo Imperio. Entre las dos etapas hubo un periodo de transición que se conoce como estilo Directorio, que combina características del Luís XVI y del Imperio

Nos hemos dejado atrás la decoración de las casa del pueblo. En contraste con los elegantes salones del XVIII, la mayoría de los españoles vivían en casas humildes con suelos barro cocido o tierra y paredes encaladas. La pieza principal de la casa era la cocina en las que podíamos encontrar, mesas, bancos y taburetes de madera, tinajas para almacenar agua y aceite, sacos con legumbres y, en algunas, la matanza colgada.
No olvidar un utensilio importante en la casa, el bacín, su colocaba debajo de la cama y tras utilizarlo era vaciado por la ventana, al grito de ¡agua vaaa..¡


En los fogones de los grandes palacios también triunfo la cocina francesa con sus pavitos cebados, pichones a la rabigote…, pero en las cocinas del pueblo, lo que en realidad triunfaba es el potaje, el cocido, el mondongo (los callos), la sangrecilla…. Por eso, cuando al fin Goya consiguió ser aceptado en la Academia de San Fernando invito a sus amigos, en la Taberna Casa Botín, a callos, callos que con la misma receta y proceso de elaboración se sirven hoy en Madrid.

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