lunes, 2 de noviembre de 2009

Man Ray


Su verdadero nombre era Emmanuel Radnitzky. Nació en 1980 en Filadelfia (Estados Unidos) de familia judía. Su familia se traslada a Nueva York en 1897, donde conoce Alfred Stieglitz regente de la Galería 291, su amistad le permite desde muy joven encontrarse con la pintura de Matisse, al tiempo que va viendo los cambios en el mundo del arte. En 1921 se traslada a París, donde permanece hasta 1940, serán sus años más fructíferos como creador, fue dadaísta, surrealista, fotógrafo mundano, fotógrafo innovador, creador de objetos, pintor, cineasta, colaborador de distintas revistas, cronista excepcional de Paris. Su condición de judío le obliga a escapar de Francia e irse a Nueva York, con Dalí y Gala, desde allí a Hollywood ; en cuanto puede regresa a Paris, donde se había hecho como artista, muere en 1976 y está enterrado en el cementerio de Montparnasse.
Man Ray esta considerado como uno de los fotógrafos más importantes del dadaísmo estadounidense de la primera década de siglo XX, así como del surrealismo europeo de los años veinte y treinta.

Siempre al frente de las vanguardias, trabajó con todos los medios posibles: pintura, escultura, fotografía y películas

Intuitivo y poseedor de una gran imaginación su obra se reparte entre bodegones y naturalezas muertas por un lado y retratos y desnudos de mujeres fatales por otro.



Sus primeros trabajos los realiza dentro de la corriente cubista, en 1913 pinta su primer cuadro cubista, un retrato de Alfred Stieglitz, su amigo; pronto comienza a hacer investigaciones de pinturas con aerógrafo como Seguidilla (1919). Adquiere su primera cámara para hacer fotos de sus cuadros y nace en él gusto e interés por la fotografía. Tratara de crear un nuevo arte, combinando la pintura y la fotografía para llegar a la mayor confusión entre una y otra. Muy pronto se encuentra elaborando y fotografiando elementos abstractos sacados de objetos cotidianos como Gift (1921).

Ya en la década de los veinte consigue ser fotógrafo profesional y desarrolla la técnica de la fotografía sin cámara, cuyo resultado eran imágenes en blanco y negro, las llamadas rayografías, que consisten en poner objetos tridimensionales en el papel fotográfico, y luego exponerlo reiteradamente a una luz móvil. Se obtienen grabados con relieve. Esta técnica es más bien conocida como fotograma en la actualidad y reservamos el nombre Rayograma para una técnica similar donde se proyectan manchas a un material fotográfico


Muchas de sus rayografías llaman la tención por la temática, hay planchas, tijeras, alfileres, etc quizás se deba a la influencia que dejo en él la observación del taller de costura familiar. Y quizás también por eso fue fotógrafo de moda. Y sin duda el fotógrafo del glamour. Sus modelos son personajes ya míticos como Chanel o Lanvin, Peggy Guggenheim, la vizcondesa de Noailles o su amante Meret Oppenheim, a las que hace posar junto con obras de arte clásico. Retratos interesantes por su valor documental, y por ser una reflexión cercana a lo psicología del personaje.

Foto que podemos encuadrar en la temática del autor, pero que pertenece al fotografo Chema Madoz

Entre amigos y colegas de Montparnasse retrata a Gertrude Stein, Dalí , Gala, Picasso, Hemingway, James Joyce, Jean Coucteau, Le Corbusier, Juan Gris, retratos a los que sus efectos de luz especiales dotaban de una atmósfera mágica.

Como fotógrafo de moda y publicidad fue muy criticado por el aspecto comercial de las fotografias, pero la plástica de sus trabajos en las revistas “ Vogue” y Bazaar” era muy admirada

Joan Miró
Al observar su obra, podemos incluir los rayogramas, nos encontramos con composiciones muy estudiadas, que transcienden de lo cotidiano para tomar vida propia y formar parte de un mundo onírico, en el más puro estilo surrealista, en el que las cosas no son lo que son. No se trata de fotografiar la realidad sino de recrearla
Sus desnudos, casi teatrales, nos presentan, en perfecto equilibrio, a mujeres llenas de atractivo sexual, pero que entran a formar parte de un juego compositivo.


El violín de Ingres

En “El violín de Ingres” Man Ray da a las formas redondas de la joven el sentido de cuerpo sonoro de un instrumento, alumbrando al mismo tiempo toda una cadena de asociaciones condicionadas
Al observarlo es inevitable pensar en la importancia de los instrumentos de cuerda para los cubistas, quienes en sus naturalezas muertas incluían mandolinas, violines y guitarras. No obstante, en estos estudios analíticos del espacio, los instrumentos eran simplemente material muerto, sin ningún efecto sensual, en tanto que Man Ray dota a su fotografía de una especial capacidad erótica. En la foto, Man Ray recoge a través del turbante de la modelo el ambiente oriental tan de Ingres, aunque ironiza sobre la excesivamente fría atmósfera erótica de sus escenas orientales. El título de El violín de Ingres evoca la larga tradición de la ejecución musical como alegoría del juego amoroso, aunque desde la perspectiva de Man Ray el instrumento está en este caso directamente a disposición del solista

Man Ray y el cine.

Tras su vuelta a Estados Unidos, en los años 40, colabora activamente en varias producciones cinematográficas de Hollywood, como había hecho ya en sus años de juventud. Su pintura se vuelve más americana, el dibujo es limpio, el discurso elemental y las imágenes rotundas.


Dentro del surrealismo filmó varias películas como "Le retour à la raison" (1923), "Emak Bakia" (1926), "L' étoile de mer" (1928) o "Les mystères du Château du dé" (1929). Sus últimos trabajos los realiza en Estados Unidos, concretamente en Hollywood durante la década de los cuarenta, participando en la película de H. Richter "Dreams that money can buy" (1944) y pintando la serie Ecuaciones shakespearianas (1948).
Pero ¿Por qué Paris?

Muchos norteamericanos, y entre ellos Man Ray, acudieron a Paris cegados por la vieja Europa liberal que lo aceptaba todo, lejos de los Estados Unidos, de la prohibición, el puritanismo, la mojigatería; además de por sus económicas condiciones de vida y las facilidades que se ofrecían a la expansión cultural.

En la década de los veinte dos centros principales de reunión atraían en la ciudad: la casa de Gertrude Stein y la librería de Sylvia Beach.
Stein pertenecía a una rica familia judía y junto a su hermano Leo se dedico a coleccionar arte. Fue una de las primeras promotoras de Picasso y a sus cuadros unió los de Matisse y Braque y de la anterior generación se aficionó a Cezanne. Junto a su compañera Alice B. Toklas mantenía un salón que era muy frecuentado por el propio Picasso, Hemingway y Ezra Pound. Sus valoraciones estéticas eran muy respetadas y podían edificar o destruir una reputación en una tarde de comentarios irónicos.
El periodo entre Guerras, fueron años en los que se pretendió liberar al hombre de las compulsiones civilizadas, del sensualismo ramplón y el letargo adonde es conducido por la organización social. Los surrealistas querían cerrar el camino a la razón y encontrar el vigor original de cada ser, hallar la reserva de energías, emancipar el espíritu sometiéndolo a una anarquía que le entregara su fuerza vital, su auténtica individualidad. Fue un intento de develar la fantasía y el absurdo que subyacen en lo cotidiano, de mostrar la magia que late en la aparente rutina, de hallar lo maravilloso que existe en lo real, hallar lo que de general hay en lo particular, subrayar lo universal en lo nacional. Fue una era donde se enfatizó la importancia del subconsciente y la irracionalidad, se manifestó una realidad diversa a lo evidente. La sublimación de los sueños y la libre experimentación con las formas presidieron todos los intentos creativos. Fue un tiempo de ruptura de tradiciones y de invención sin medida. Ello coincidió con los avances científicos y tecnológicos que permitieron considerar otros puntos de vista en la expresión artística y facilitó los medios de elaboración del producto cultural. Desembocó en un arte libre.

Retrato de la Marquesa Casiti 1922

Por ultino una curiosidad sobre el retrato de la Marquesa Casiti. En su autobioglafia Man Ray la cuenta y dice que el retrato fruto del azar. El lugar en el que se tomaron las instantáneas, la luz provenía de una istalación electrica vieja, por lo que pidió a la Marquesa que permaneciera lo mas quieta posible, pero ella posó como si se le estuvieran filmando; cuando revelo los negativos todas ellos mostraban la imagen barrida. Pasado un tiempo la Marquesa pregunto por las fotos, le dijo que no valian, ella insistio en verla, le mostro la que observamos, dode se distinguen tres pares de ojos, esto se podia tomar como una versión surrealista de una Medusa, le encantaron y dijo que habia hecho un retrato de su alma y le encargo una docena de copias

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